sábado, 13 de octubre de 2007

SED DE MAL (1958)

SED DE MAL, de Orson Welles (“Touch Of Evil”. 1958). Con Charlton Heston, Janet Leight, Orson Welles y Marlene Dietrech. USA. (****, de 4)

Entre la escasa filmografía de Welles como director podemos encontrar tres principales: “Ciudadano Kane” (1941), “El proceso” (1962) y “Sed de mal” (1958). “Sed de mal” es la menor en calidad, pero viniendo del gran maestro es un film magnífico en toda regla.

Los atractivos del cine del Orson Welles son numerosos. Cuando nosotros, por la noche, soñamos, se nos da a conocer un mundo extraño e incoherente, confuso y hasta absurdo a veces. Como pudimos comprobar en “El proceso”, cuando nosotros soñamos estamos como viviendo un film de Welles, su cine es abstracto y complicado, el cine de Welles en nuestra personalidad es el calco exacto de nuestro subconsciente. En “Sed de mal” la técnica cinematográfica empleada no puede ser considerada kafkiana, sino Orson Welles abordando un tema claro con su habitual riqueza de psicología, de nobleza cinematográfica... “Sed de mal” es la perfecta artesanía de uno de los genios del cine... aunque nadie comprenda sus mensajes. Desde el fondo de “Sed de mal” brilla la gran llama de la inmortalidad porque si un día este director, actor, argumentista, vago y con una gran maestría sobre su masa gris fuese olvidado –cosa que jamás sucederá— el cine no merecería llevar el distintivo de “arte”.

1982

2 comentarios:

Palemón y Nabor AKA Jan en Karel dijo...

Ricardo:

Antes que nada, una idea estupenda agrupar tus entradas por director y poner los rotulos al alcance de la vista. "Sed de Mal," ya lo has visto, no es una pelicula tan del dominio de los suenios, aunque Welles no se haya propuesto reflejar esta realidad curiosa y poco definida que caracteriza nuestra frontera... Lo unico poco realista es Heston y su personaje, pero aun asi, no se como, va al parejo del resto de la obra...

Aqui sigo leyendo! Saludovskys!

El Pobresor Gafapasta dijo...

No entiendo muy bien por qué en aquel tiempo consideraba a Welles un director bastante onírico. Algo tiene, qué duda cabe, pero creo que yo era muy categórico en este aspecto. Supongo que estaba muy marcado por El proceso, que me impresionó mucho.

Un saludote.