Yo, cuando apenas tendría 8 ó 9 años veía unas películas que cuando hoy las recuerdo me provocan añoranza por verlas visionadas otra vez. Algunos títulos fueron: “El delator” de John Ford, “Amanecer” de Murnau, cintas inolvidables del genial Carlos Saura..., “Sed del mal” del mismo Orson Welles cuya “El proceso” nos ocupa hoy.
Yo, jovencito, sabía apreciar y degustar estas películas y, cosa curiosa, jamás he vuelto a sentir la misma satisfacción.“The Trial” es, para mí, fabulosa, fabulosa y fabulosa. Es esta vez cuando he vuelto a sentir aquella degustación y aquella inolvidable sensación de estar en compañía de los ángeles porque “The Trial” es un film excelente e insuperable por poquísimos films que adopta un tono de absurdo y de pesadilla capaz de envilecer. Welles sabe compaginar de un modo maravilloso todos los ambientes y sensaciones de manera tal que llega a la locura, a la paranoia y al colmo de la esquizofrenia total llegando hasta la misma butaca en donde el apoltronado espectador alucina entre la locura y la normalidad, la demencia y la sensación de huir de algo tan grande que no puede dejar de hacerlo, porque todo nuestro pánico y psicosis está en nosotros y en el mundo. Sólo los que pueden extirparlo para que nazca uno nuevo en un film llega a ser un genio en el cine. Orson Welles lo ha hecho.
(1982)
(1982)
2 comentarios:
Aqui otra vez, y claro que ya te habras dado cuenta de que la atmosfera que despide esta obra es superada, nuevamente, por nuestra realidad. Ya te habra tocado hacer tramites en alguna de nuestras ejemplares oficinas de gobierno, o ahi mismo en el jale...
Saludotes. No pude evitar hacer el comentario, pero a poco no?
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